El cerebro congelado es un fenómeno que una de cada tres personas ha tenido en su vida, y aunque no lo creas es una sensación que tiene antecedentes muy antiguos.
La discusión médica de este padecimiento surge desde 1850, sin embargo es considerada una afección hasta el año de 1988. La primera mención escrita sobre el dolor de cabeza por comer algo helado data de 1939.
“La nariz y la punta de los dedos se vuelven insensibles, y si no frotas la frente terminas sufriendo lo que llamamos el dolor de cabeza del helado» escribió Rebecca Timbres en su obra “No pedimos utopía: una familia cuáquera en la Rusia soviética”.
Después de esto, la Sociedad Internacional del Dolor de Cabeza (International Headache Society) nombró a la afección como “cefalea por estímulo frío”.
El dolor de este malestar se siente justo debajo de la frente, aunque también puede sentirse cerca de los oídos o bajo los ojos. Este dolor siempre es intensa, pero poco duradera. ¿Lo has sentido?
¿El helado puede causar migraña?
Al principio, se creía que el dolor de cabeza provocado por el helado podía ser algún subtipo de la migraña ya que ambas tienen respuestas alteradas a los estímulos sensoriales.
Algunos otros investigadores señalan que tiene más relación con un dolor referido, ya que el malestar no se siente en el lugar dónde se aplica el estímulo, sino en otro.
A pesar de estas teorías se sabe que la cefalea está relacionada con la migraña aunque no se sabe con exactitud en qué magnitud. En 2001 se descubrió que una persona que ha experimentado al menos una migraña durante un año, tiene más posibilidad de sufrir una cefalea incluso por el agua fría.
Sobre esto se han hecho bastantes estudios, y se ha descubierto que la cefalea no es exclusiva de consumir alimentos fríos como el helado, también puede suceder al surfear en invierno o patinar en hielo si se respira rápidamente.
Un investigador de la Universidad de Temple, en Filadelfia, Joseph Hulihan, advierte que no por padecer cefalea, los afectados deben de dejar de hacer sus actividades o no consumir los alimentos tan deliciosos como lo es el helado. Sólo es cuestión de evitar el contacto de sustancias frías en el paladar, blanca y húmeda, ya que es el punto de partida del dolor.