El garrafón de agua se popularizó en México después del terremoto de 1985 debido a que muchas tuberías de la red de agua potable de la ciudad se rompieron, lo que provocó que una parte del agua se mezclara con aguas residuales.
Esto provocó contaminación y un contagio de cólera en algunas zonas. Debido a esto, la gente comenzó a comprar garrafones pensando que eran una opción más segura al momento de beber agua.
Hoy en día, la red de tuberías se ha modernizado y se han hecho varias mejorías, por lo que según la Comisión Nacional del Agua, la red hídrica cada vez es más confiable. Por otro lado, el comprar garrafones de agua ha presentado ciertas desventajas como las que se presentan a continuación:
1- Se convierten en basura: La mala gestión de los residuos plásticos y el poco reciclaje, han hecho que este material sea uno de los principales presentes en la contaminación del ambiente.
Una de las alternativas a evitar desechar este material es cambiar a utilizar un purificador de agua en el hogar. De esta manera no tendrás que cambiar constantemente tu equipo, y tendrás agua lista para beber en todo momento, ya que se conecta a la red hídrica que ya llega al hogar. Además puedes instalar un purificador de agua que te de un beneficio adicional, por ejemplo, agua alcalina.
2- La confianza ya no está garantizada: Se han hecho investigaciones acerca del uso que se le da a los garrafones, pues aún cuando son retornables, algunas personas los utilizan para rellenarlos ellos mismos o para meterles otros materiales, incluso químicos.
Esto puede representar un riesgo para la salud porque si no se compra el garrafón de agua directamente de una empresa reconocida, es muy difícil garantizar que el contenido del mismo no ha sido alterado. Muchas ventas de los garrafones de agua se hacen a través de intermediarios, por lo que este proceso se hace más dudoso.
3- Se acaba rápidamente: Al tener el garrafón de agua para proveer a una familia, el contenido del mismo se acaba rápidamente, lo que supone estar teniendo que cambiarlo con frecuencia. Esto se traduce en tener que salir de casa o permitir que una persona externa entre al domicilio, lo cual en este momento de contagios por el coronavirus representa una amenaza para la salud.
A más de una persona, ha tomado por sorpresa que el agua se haya terminado, y no siempre es fácil a salir al momento para comprar uno nuevo. Por otro lado, cambiar el mismo, puede ser incómodo debido al peso del mismo.