No conformes con la pandemia global del COVID-19, ahora se escucha hablar de la visita del Avispón Asiático Gigante. Recientemente, en los Estados Unidos, se han reportado distintos avistamientos de este Avispón letal para las personas y las abejas.
Esto es de preocuparse porque este peligroso insecto tiene la habilidad de destruir panales de abejas enteros en solo unos minutos. Este año ya se han detectado cuatro casos en Washington, Estados Unidos; además de dos casos en provincia de Columbia Británica en Canadá el año pasado. Todo esto de acuerdo al reporte de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).
El Avispón Asiático Gigante también es conocido como Avispón asesino. Es sumamente agresivo, ataca de manera letal no solo en animales y panales, también en humanos. Mide aproximadamente 3.5 centímetros. Se encuentra principalmente en climas tropicales.
El veneno de estas avispas es capaz de disolver tejidos. De hecho, su aguijón es capaz de perforar los trajes de los apicultores. Sus mandíbulas son de grandes y tienen un colmillo negro que usan para escarbar.
¿El Avispón Asiático Gigante puede llegar a México?
Aunque este insecto no ha llegado a México, en nuestro país ya se están tomando ciertas medidas de vigilancia, pues existe la posibilidad de que llegué debido a que somos vecinos del país en donde se encuentra.
El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) activó un programa de vigilancia epidemiológica para la búsqueda del Avispón Asiático Gigante. Cabe mencionar que la Senasica es dependiente de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).
«El Senasica considera que aun cuando esta plaga se encuentra en la frontera norte de Estados Unidos, a más de dos mil 500 kilómetros del territorio nacional, es importante comenzar su búsqueda para que en caso de que se registrara su entrada a México estar en la posibilidad de reaccionar oportunamente.» -indicó el organismo en un comunicado.
El propósito de la vigilancia epidemiológica es proteger al rededor de 43 mil 500 productores apícolas. Estos cuentan con un inventario de más de 2 millones 172 mil colmenas que están destinadas a la producción de miel y la polinización de cultivos agrícolas. Se encuentran en las cinco regiones del país: Altiplano, Golfo, Costa Pacífico, Norte y península de Yucatán.