Este año, con la pandemia de COVID-19 las compras de Navidad implicarán mantenerse a salvo de robos y estafas, esta vez, principalmente en el escenario virtual. En este contexto ESET nos presenta estas recomendaciones para que las compras navideñas sean lo más seguras posible.
Realizar compras solo en tiendas virtuales confiables: Como sucede con cualquier temporada de compras, los estafadores buscan crear falsas tiendas para atraer posibles víctimas y sacarles su dinero. Para mitigar cualquier riesgo de caer en estas tiendas falsas, deberíamos quedarnos con aquellas que cuentan con una buena reputación, vendedores con registros verificables y buenas reseñas por parte de otros compradores.
Si una oferta parece demasiado buena para ser verdad, probablemente sea un engaño: Durante la temporada de fiestas, los estafadores se basan en la idea de que nadie puede resistirse a un buen precio. Sin embargo, ser consciente de que, si se encuentra marcas lujosas o productos tecnológicos ofrecidos a precios increíblemente bajos, lo más probable es que se esté ante una estafa.
Asegurarse de evitar cualquier oferta demasiado buena que parezca sospechosa… especialmente si son de un vendedor desconocido.
Comprar solamente en sitios web cifrados (HTTPS): Cuando se está buscando el regalo perfecto en Internet y finalmente se encuentra un sitio en el que se lo quiere comprar, primero es importante comprobar que ese sitio utilice cifrado. Esto puede comprobarse con la existencia de un pequeño candado en la barra del navegador y que el dominio web comience con “https://”. Todos los sitios legítimos en línea utilizan cifrado, aunque también es cierto que los sitios fraudulentos cada vez más han adoptado el uso de HTTPS.
Este tipo de cifrado asegura que los datos sensibles de los usuarios —como las credenciales de una cuenta— no serán enviados en texto plano, lo que agrega una capa extra de protección sin importar si se está comprando desde una red Wi-Fi hogareña o una red pública.
Utilizar un software de seguridad de calidad en los dispositivos: Mientras se realicen las compras en línea, una de las mejores medidas de seguridad que se pueden tomar es la de utilizar una solución de seguridad que cuente con una buena reputación y que presente varias funcionalidades.
Estas soluciones generalmente incluyen el bloqueo de sitios no confiables, proveen protección contra la mayoría de los ataques e incluso protección de pagos para compras y transacciones.
Tomarse el tiempo para pensar antes de comprar o publicar información personal: Antes de comprar algo, respira hondo y pensar qué se va a comprar, dónde y qué tipo de información solicita el sitio mientras se completa una compra. Si se decide comprar de todas formas, chequear los datos que el vendedor solicita y completar solo lo necesario, ya que esos datos pueden ser robados en caso de que llegue a las manos incorrectas, como puede pasar a raíz de una brecha que sufra el sitio de compras.
No realizar compras utilizando una red pública, solo a través de conexiones seguras: Aunque puede sonar atractivo terminar alguna compra mientras realizamos otras actividades, se debería evitar hacerlo mientras se está conectado a una red pública. Estas redes suelen ser apuntadas por cibercriminales que intentarán comprometer el dispositivo o ingresar al tráfico de Internet. Una mejor idea sería utilizar los datos del teléfono.
Comprobar el estado de la cuenta luego de una compra y contactar al proveedor de tarjeta de crédito si se nota algo sospechoso: Luego de terminar una compra, chequear el balance de la cuenta para asegurarse de que todo está bien y que el precio que se pagó por el producto corresponde al precio que estaba publicado.
Si algo se ve raro, como un precio distinto o alguna actividad inusual en la tarjeta, se debe contactar al proveedor de la tarjeta de crédito para resolverlo… y si algo sospechoso aparece se puede prevenir que el dinero vaya a manos de cibercriminales bloqueando las tarjetas.