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10 consejos para negociar con tu pareja y evitar peleas

Discusion de pareja

Discusion de pareja

Las negociaciones no solo se dan en las empresas, si no también en las relaciones de pareja, a continuación te dejo unos tips para siempre ganar en las discusiones con tu pareja.

Los conflictos que se manejan en forma adecuada pueden ayudarlos a entenderse y apreciarse mejor

Las discusiones con tu pareja no son divertidas, pero con seguridad van a ocurrir. Y cuando pasen, quizás te preocupe que los lazos amorosos que existen entre los dos se desgasten. Pero no es así, pues las discusiones son un ingrediente necesario en la intimidad, indica el sitio enfemenino.com

Es decir, los desacuerdos pueden ofrecerles la oportunidad de unirse más si los enfrentan constructivamente en vez de permitir que se conviertan en enormes confrontaciones, señala parejaplena.com

Te presentamos las tácticas que debes manejar antes, durante y después de una discusión. Si las lees con calma notarás que son sencillas, y si las ponen en práctica te ahorrarás largas horas de disgusto, según la página de internet psicoarea.org

El inicio de la pelea con tu pareja

1- Enviarle un e-mail. Si estás enojada/ o por algo que él o ella dijo o hizo, es tentador enviarle un e-mail quejándote o detallando tu resentimiento. Pero al hacerlo, corres el riesgo de atacar a tu pareja por sorpresa. Recuerda que él quizás ni sabe que estás molesta.

2- Le tiendes una emboscada. Es esencial elegir un buen momento para expresar tu queja. Si él o ella cree que va a tu casa a pasar una noche tranquila contigo, y en cuanto entra por la puerta empiezas a señalarlo/ a de lo mal que se portó delante de tus amigos el viernes pasado, le estás tendiendo una emboscada. En el mejor de los casos, te responderá instintivamente, lo que te molestará más. Si ambos no están en disposición de discutir, nada se resolverá.

Resuelve el problema con tu pareja

3- Identifica el verdadero problema. Digamos que estas 100 por ciento enojada/o porque él o ella no respondió a la invitación que les hizo un amigo suyo. Antes de leerle la cartilla, reflexiona: quizás te sientas fuera de su círculo social o pueda que te preocupe su falta de responsabilidad o de buenos modales. A menudo las peleas se deben a un problema más profundo del que está en la superficie. Al armarle un escándalo porque no respondió a la invitación, no mejoras la comunicación entre ambos. En cambio, si identificas lo que de veras te está molestando, él  o ella podría concentrarse en esa dificultad mayor.

4- Mantén la calma. Los hombres están biológicamente programados par evitar los agudos gritos femeninos. O sea, si quieres que él te escuche, cálmate. Lo que sugerimos es que respires profundo y pienses en algo bueno para que tu sistema nervioso se relaje. Tomarte esos minutos te ayudará a actuar con amabilidad, lo que le mostrará a él que estás dispuesta a encontrar la solución sin perder la cordura.

Nunca hagas esto con tu pareja

5- Extenderte en tus críticas. El conflicto empezó cuando él o ella llegó tarde a casa, pero como estás molesta/ o, también le echas en cara que sus amigos son machistas o sus amigas son feministas y que él o ella es una egoísta porque muchas veces sigue viendo la TV a pesar de que tú tuviste un mal día.

6- Limita la discusión a un sólo incidente. Agrupar quejas crea confusión sobre el motivo real de la discusión. Mantenerte enfocada/o permitirá resolver el problema en cuestión, en vez de crear otros nuevos.

7- Repetirte. Si él o ella no capta por qué estás disgustada/o, sigues insistiendo, ¿verdad? Pues es un error. Si uno de los dos tiene que repetirse, significa que el otro dejó de escuchar… y ahí se acaba la productividad.

8- Pelear sucio. El sarcasmo y las ofensas son recursos baratos. Hace falta madurez para no perder los estribos.

Aprende a negociar con tu pareja

9- Decir «yo» en vez de «tú». Aunque no lo creas, funciona y evita que la gente se ponga a la defensiva. Decir: «No te ocupas de nada, así que otra vez tuve que lavar los platos», suena acusador. En cambio: «Siento que debo hacer demasiadas cosas en la casa, incluyendo lavar los platos; ¿qué opinas de eso?», abre la puerta para un discusión legítima.

10- Hacer preguntas. Mientras él o ella cuenta su versión de la historia, pide detalles: «¿Cuándo te diste cuenta de eso? O ¿Qué quieres que haga la próxima vez?». «Eso revela que estás escuchando».

11- Retirada. Si la cosa se pone fea dí: «Estoy muy alterada/o para hablar racionalmente, ¿Podríamos dejarlo para más tarde? «. Cuando asumes la pelea como una conversación, no como una confrontación, le pierdes el miedo, y ambos se muestran más optimistas.

La conclusión

Nunca hagas esto…

  1. Insistir en discutir. No todos los problemas se pueden resolver rápidamente. Así que aunque quieras seguir entrando en detalles, quizás él desea concluir el asunto, al menos por esta noche. Cada persona tiene su propio estilo para aclarar las cosas y necesita una cantidad de tiempo diferente para procesar lo que se ha dicho. Mientras hayas dicho lo que piensas y te hayan escuchado, muéstrate dispuesta a hacer concesiones sobre cómo él o ella quiere manejar la situación.
  2. Exigir la disculpa perfecta. Cuando estamos disgustados, solemos pedirle a nuestra pareja que se rebaje y admita su derrota. Es crucial que dejes que el lóbulo frontal asuma el control y te recuerde qué es lo más importante: la armonía. Si él o ella te dice que lo siente, acepta la disculpa sin esperar que lo diga del modo «correcto».

Trata de aprender de tus errores y

  1. Olvidar y seguir. Una vez que hayas oído lo que esperabas (una disculpa, la promesa de que se esforzará, una explicación de por qué piensa así), pasa la página. Muéstrate dispuesta/o a dejar los resentimientos una vez que hayas logrado tu objetivo.
  2. Decirlo en voz alta. Cuando lleguen a un acuerdo acerca de algún cambio necesario, verbalízalo con lujo de detalles, para que ambos sepan a qué atenerse. Por ejemplo: «De ahora en adelante, si me quedo trabajando después de las 8, te llamaré». Así no hay malentendidos y no tendrán que pelear por lo mismo otra vez.
  3. Aclarar. Antes de concluir, aclárale que, por tu parte, el asunto quedó resuelto, y pregúntale si él o ella piensa igual que tú. Así demuestras que te interesa el punto de vista de tu pareja.

Consecuencias de pelear con la pareja

  1. Guardar rencor. Algunas personas les dan una importancia desproporcionada a los recuerdos de una pelea. Pero al aferrarte a la ira, te lastimas por mucho más tiempo.
  2. Hacer chistes sobre la pelea. Referirte a la discusión ante otras personas, aunque sea de manera divertida, daña la confianza mutua. Él o ella se pondrá más a la defensiva, tanto en ese tema que ya debatieron como en el próximo. De sólo mencionar un tópico escabroso ante una tercera persona, lo harás sentirse «bajo ataque» o incluso menospreciado/ a.
  3. Insistir en decir la última palabra. Digamos que en aquel entonces diste por terminada la discusión, pero acabas de recordar un punto clave, algo que deberías haber dicho en ese momento y no se te ocurrió; por eso dejas caer un comentario espinoso a la hora de la cena o le envías un e-mail aclarando tu punto de vista. Con eso vuelves a abrir la pelea y lo o la haces dudar de si estarás diciendo la verdad la próxima vez que hagan las paces.

En lugar de pelear…

  1. Concentrarte en sus mejores cualidades. Después de una pelea que drena, dedica un tiempo a analizar lo que amas de él o ella, aunque sea algo insignificante; por ejemplo, cómo rellena la lata de galletitas cuando se están acabando. Al recordar las buenas cualidades de tu pareja, mentalmente lo ves bajo una luz más positiva, y eso ayuda a equilibrar lo que te resulta irritante de él o ella.
  2. Mandarle un e-mail agradable. No tienes que mencionar la discusión, sólo dile: «Gracias por hablar del tema» o «De nuevo, lo siento; te amo mucho». Eso llega más profundo y crea buena voluntad. Cuando le haces este tipo de comentario, su instinto natural será reciprocarte en algún momento. Es un gesto que le hace mucho bien a la relación.
  3. Tocarlo (a). Le estás diciendo: «Sí, puedo enojarme contigo, pero aún así te amo». Y si eso los lleva al sexo de reconciliación, ¡mejor! Por algo ese tipo de sexo tiene una reputación tan hot.

¿Cómo solucionas las peleas con tu pareja, sabes platicar con el o ella?