El 8 de marzo de cada año, se conmemora el día internacional de la mujer. Se formalizó por la ONU en 1975.
Según la ONU se refiere a las mujeres corrientes como artífice de la historia y hunde sus raíces en la lucha plurisecular de la mujer por participar en la sociedad en pie de igualdad con el hombre.
La razón de esta conmemoración se refiere a las protestas de muchas mujeres que desataron toda una revolución a finales del siglo XIX y principios del XX.
En ese entonces la vida de la mujer en el Occidente estaba muy limitada. No tenían derecho al voto ni a la educación, ni siquiera a manejar sus propias cuentas. De hecho en esa época, la mujer tenía una esperanza de vida menor a la del hombre debido a los partos y los malos tratos que recibía.
Fue en 1908, cuando en Nueva York se manifestaron 15,000 mujeres exigiendo tener menos horas de trabajo, mejores salarios y derecho a votar.
“Un día sin mujeres”, la protesta en silencio de las mujeres
¿Quién propuso la conmemoración del Día Internacional de la Mujer?
La mujer protagonista de esta revolucionaria conmemoración es Clara Zetkin. En 1910 Zetkin propuso ante la Conferencia Internacional de la Mujer Trabajadora (Dinamarca) conmemorar este día a nivel global. Dicha propuesta fue aprobada por un centenar de mujeres procedentes de 17 países, aunque no se definió una fecha.
Por primera vez el 19 de marzo de 1911 se celebró el día internacional de la mujer. Se reunieron más de un millón de personas en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza.
Existen diferentes versiones que relatan porque se celebra el 8 de marzo, pero la que destaca es la de 1917. Ese año en Rusia, durante la primera Guerra Mundial, miles de mujeres salieron a las calles a protestar en contra de la guerra. La fecha en que comenzó esta manifestación fue el 23 de febrero del calendario juliano que en ese entonces era el de referencia en Rusia, pero en el calendario gregoriano fue el 8 de marzo. Y hasta ahora esa es la fecha en que se celebra.
Actualmente las mujeres siguen reclamando igualdad, aunque tristemente algunas con una ideología de superioridad hacia el hombre, perdiendo la razón del objetivo inicial que era erradicar el machismo no cambiarlo de género.