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El arte de posponer las cosas

El posponer las cosas, tiene una serie de consecuencias.

  • No lograr el éxito
  • Ganarse una mala Reputación
  • Tener una baja autoestima
  • Generar un molesto y enfermo sentimiento de ansiedad
  • Poca realización personal

Su origen proviene de múltiples causas como pueden ser miedos, depresión, desorganización personal o acumulamiento de muchos pequeños pendientes que hemos aguantando desde hace algún tiempo y que aunque aparentemente pequeños, su peso es como el plomo.

Las clases de posponedores, son muy diversos dependiendo del tipo de persona:

  • Perfeccionista.- Se puede pasar toda una vida tratando de que lo que quiere hacer sea perfecto y nunca empieza nada. Como dice el slogan de Nike: “¡solo hazlo!”
  • Socializador.- Pierde el tiempo hablando con amigos, mandando emails, buscando gente, haciendo llamadas o cualquier actividad relacionada con la gente que tiene cerca, y a final de cuentas no hace nada productivo.
  • Ideático.- No hace nada si su entorno no está perfectamente ordenado tal y como el quiere. Puede pasar una eternidad pensando que no puede trabajar en condiciones “de desorden” y sin embargo no ordena y no realiza lo que tiene que hacer.
  • Viajero.- Con tal de no hacer lo que tiene que hacer prefiere desaparecer de su entorno yéndose a cualquier lado o se la pasa de aqui para allá buscando “algo”. Termina por dar una excusa del por que no pudo hacer lo que debería.
  • Abandonado a la vida.- Su día es incierto, no sabe a donde irá y normalmente se le pasa el tiempo haciendo cualquier cosa y así se le va un día y otro mas y otro mas.
  • Solucionador de problemas ajenos.- Evita hacer lo que debe (en realidad no lo quiere hacer), pero justifica su tiempo “ayudando” a otras personas.

Simplemente hagamos las cosas y no encontremos pretextos para no hacerlas.