Durante años ha existido la creencia en la que se plantea que escuchar la música que compuso Wolfgang Amadeus Mozart nos hace más inteligentes, sin embargo, un estudio reciente indica que esta afirmación no es del todo cierta.
El desarrollo de la inteligencia que provoca escuchar este tipo de música ha sido denominado como el “efecto Mozart”, el cual plantea que escuchar su música estimula el desarrollo de cognitivo de las personas, incluso desde que los bebés se encuentran en el vientre de su madre.
Este concepto surgió en 1991, cuando el otorrinolaringólogo e investigador Alfred A. Tomatis publicó el libro Pourquoi Mozart basado en su Método Tomatis, donde él planteaba que la música de Mozart ayudaba en los tratamientos de depresión de sus pacientes.
Todo esto se lograba porque estimulaba el oído y sistema nervioso de sus pacientes, provocando con ello el desarrollo y cambios en el comportamiento de la persona.
En el año de 1993, el físico Gordon Shaw y la psicóloga Frances Rauscher, de la Universidad de California Irvine, estudiaron el efecto que tenía en las personas escuchar la Sonata para dos Pianos en Re Mayor de Mozart durante 10 minutos y encontraron que si mejoraba la capacidad de razonamiento espacial entre las personas.
Para llegar a estos resultados los dos científicos llevaron a cabo sus estudios en poco más de 30 estudiantes y con ello pudieron establecer que si existe una relación positiva entre el escuchar música y el desarrollo de la inteligencia.
Mozart para personas con epilepsia
Incluso se ha estudiado el efecto de Mozart en personas con epilepsia, encontrando que hubo una disminución significativo en 23 de 29 pacientes de dicha actividad con la sonata KV 448/375a de Mozart o sonata a 2 pianos en D mayor.
Los resultados fueron que por cada 10 minutos que escuchaban la sonata KV 448/375a de Mozart se redujo el número de episodios epilépticos. Pasando de 9 episodios en las primeras 4 horas a un solo episodio en las siguientes 4 horas.
De igual forma se encontró que la duración de los episodios epilépticos se redujo de 317 segundos a 178 segundos.
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El efecto Mozart no existe
En contraparte investigadores de la Facultar de Piscología la Universidad de Viena, aseguran que el efecto Mozart no existe, ya que en realidad no solo la música de Mozart puede estimular a las personas.
Ellos aseguran que cualquier persona puede reaccionar y rendir más a un estimulo músical y no de forma exclusiva al compositor austriaco.
Los investigadores Jakob Pietschnig, Martin Voracek y Anton K. Formann basaron sus conclusiones en el análisis de 40 estudios independientes y después de recopilar los resultados de unos 3,000 participantes, donde descubrieron que ninguno reaccionó al Efecto Mozart.