Puede parecer una tecnología vanguardista, incluso futurista, pero se sabe que la luz UV es un eficaz germicida desde hace más de 100 años.
La reducción de los costos de producción de luces, lámparas y bombillas UV ha dado como resultado usos más generalizados y centrados en el consumidor, especialmente en forma de desinfectantes UV personales.
100 años de luces ultravioleta
Las propiedades germicidas de la luz ultravioleta se documentaron por primera vez a finales del siglo XIX y se utilizaron para tratar el agua potable desde 1910; sin embargo, en un inicio la tecnología ultravioleta hizo que los sistemas fueran costosos y poco fiables.
Durante el siglo XX, la luz ultravioleta también se utilizó ampliamente para la esterilización de equipos y superficies en laboratorios y para aplicaciones médicas como la esterilización de equipos y herramientas utilizados en odontología.
El hecho de que se haya demostrado que la luz ultravioleta (y especialmente la UV-C) es dañina para los humanos significa que la esterilización solo podría ocurrir dentro de lugares especialmente diseñados o cuando no hubiera nadie presente en el área que se esteriliza.
Tratamiento para el agua
A medida que la eficiencia de la tecnología UV mejoró, se desarrolló un uso más generalizado de la luz UV, especialmente para el tratamiento del agua. Hoy en día, la radiación ultravioleta es un componente vital del tratamiento de aguas residuales y agua potable en muchos países del mundo, y un método clave para proporcionar agua potable en los países en vías de desarrollo.
Actualmente hay varias ciudades importantes de Estados Unidos (incluida Nueva York) que reciben agua potable que ha sido tratada con rayos ultravioleta y más de 2000 plantas de tratamiento en Europa. Más recientemente, varios emprendedores y nuevas empresas han desarrollado dispositivos que utilizan luz ultravioleta para el tratamiento personal del agua, como botellas, jarras y popotes.
UV para uso personal
El avance clave que hizo que los rayos UV se volvieran viables para el uso del consumidor fue el desarrollo de bombillas UV y LED compactos y más asequibles. Estos componentes se pueden instalar en dispositivos pequeños y portátiles y se pueden sellar adecuadamente para evitar que los rayos UV causen daños a los usuarios.
Perfecto para que los consumidores desinfecten diariamente sus objetos personales, los desinfectantes UV no requieren productos químicos potencialmente dañinos ni dejan ningún residuo. En el caso del desinfectante UV