En marzo de 2020, México colaboró con la encuesta global COVIDiSTRESS, un proyecto internacional de colaboración para la recopilación de datos durante la pandemia de COVID-19.
Esta investigación se originó en Dinamarca, por el Dr. Andreas Lieberoth de la Universidad Aarhus, quien propuso generar un proyecto transcultural para estudiar factores estresores en tiempos de COVID-19 y cómo esta situación impacta en procesos como la toma de decisiones y la confianza en el gobierno.
Al corte del 30 de abril, fueron respondidos 158,771 cuestionarios a nivel internacional; de está cifra, seis mil 424 lo hicieron en México, completando más del 80 por ciento del cuestionario, siendo el quinto país con mayor participación en el proyecto.
La encuesta indaga sobre procesos como la confianza en las autoridades (en varios niveles), formas en las que la situación ha afectado la vida de las personas, el aislamiento, parámetros comparativos de estrés entre países, estrés percibido por géneros y edades, preocupaciones sobre afectaciones de COVID-19 en la vida, pautas de búsqueda de información y estrategias de afrontamiento ante el COVID-19.
En la variable referente a la condición de aislamiento, el reporte muestra que quienes se encontraban en aislamiento perciben mayores niveles de estrés que quienes dijeron seguir su vida sin cambios.
El informe reporta que “el lidiar con niños durante la cuarentena y la educación de los hijos no parecen ser una fuente importante de preocupación. La mayor causa de estrés en México es la economía nacional, al igual que Europa en reportes de estrés”.
Las gráficas muestran que las mujeres experimentan más tensión física o emocional que los hombres y quienes se identifican en forma no binaria registraron categorías aún más altas, en relación con los grupos anteriores. Debido al confinamiento y el tener que lidiar con dobles responsabilidades como cumplir doble rol de ser el sostén de la casa, más a parte ser quien cuida a lo niños.
Los jóvenes de alrededor de 20 años, que son la mayoría, reportaron un grado superior de estrés, que va descendiendo con los años; las personas de 65 años tienen un puntaje sensiblemente más bajo en la escala utilizada y esto puede deberse a que la gente de más edad está menos interesada en lo que circula en las redes sociales o en las noticias del día a día y tienen más apoyo social, entre otras razones de tipo socioeconómico.
Aquellas personas con un menor nivel socioeconómico mostraron menos ansiedad, lo cual podría deberse a que no están informados, consideran el COVID-19 es una historia de la televisión o están más intranquilos por otros problemas en su vida cotidiana.
En comparación con el resto del mundo, el estrés en México se observa en un grado moderado. De los países con más de 500 respuestas a la encuesta, Turquía y Brasil muestran niveles de estrés percibido más elevado, mientras que los Países Bajos manifiestan el nivel más bajo.
La encuesta se encuentra vigente hasta el próximo 30 mayo, quienes quieran participar pueden hacerlo en el siguiente enlace: https://bit.ly/3bFNOgF.