Estaba a punto de hacer historia… ¡iba a ser el primer ser humano en viajar al espacio exterior! Pero la naturaleza le tenía otros planes.
¿Sabes de quién hablamos? Nos referimos a Yuri Alekséyevich Gagarin? quien no solo fue el primer astronauta ruso en tocar el espacio, sino que también fue la persona que dio inició a la tradición más peculiar de un astronauta.
Con el esfínter contraído, Gagarin pidió al conductor del autobús que estacionara el vehículo en el arcén. Se bajó la bragueta del traje espacial y vació su vejiga justo en la rueda trasera derecha del auto.
Desde aquel 12 de abril de 1961, todos los astronautas rusos han seguido su ejemplo. Se convirtió en una tradición sagrada que aquellos supersticiosos pilotos soviéticos cumplían sin excusas; e incluso las mujeres realizaban, llevando muestras de orina para derramarla sobre el neumático por motivos evidentemente prácticos.
«Tengo que hacer pis»
La historia de Gagarin puede parecer embarazosa pero, como dirían los más optimistas, siempre puede ser peor. Por lo menos no tuvo que orinarse encima, como le ocurrió a Alan Sherpard, el primer estadounidense en viajar al espacio, el 5 de mayo de ese mismo año.
Iba a ser una misión rápida, de unos 15 minutos, pero el lanzamiento se atrasó y el equipo no había contado con imprevistos urinarios.
«Tengo que hacer pis», les dijo Shepard con urgencia a los controladores antes del despegue. Llevaba tres horas esperando y no podía aguantar más. La respuesta fue que se lo hiciera encima. No había tiempo.
Y así lo hizo: permaneció inmóvil, sentado, durante unos segundos, probablemente bastante incómodos, mientras las cámaras robaban la privacidad de aquel momento histórico.
Los técnicos estaban preocupados. ¿Y si la orina provocaba un cortocircuito en el cableado de su traje? Afortunadamente, no fue así.
«La prenda interior de algodón que llevaba puesta absorbió la orina inmediatamente», se lee en los registros de la Agencia Espacial Estadounidense (NASA) sobre lo que contó Shepard de aquel evento. «El traje estaba totalmente seco para cuando llegó el lanzamiento».
Aquel incidente hizo que la NASA desarrollará trajes espaciales con sistemas de contención y otros artificios, como bolsas «especiales», para que los astronautas pudieran hacer sus necesidades. Después se crearon transbordadores equipados con inodoros.
Hoy en día, los astronautas usan pañales de máxima absorción bajo el traje que les permiten no tener que ir al baño durante horas. Alrededor del 80-85% de la orina se recicla y se convierte en agua potable para los astronautas.
Sin embargo, el traje espacial ruso todavía tiene bragueta, o por lo menos hasta ahora.