Al menos en México, una de las tradiciones más celebradas por el catolicismo durante la «Semana santa» o «Semana mayor» es la de mojarse durante el sábado santo o sábado de gloria, pero ¿Cómo surgió la tradición de mojar a otros durante este día?
Si bien, hoy en día esta tradición esta siendo desincentivada, a razón de evitar que se siga desperdiciando agua en México y todo el mundo, muchas personas «a escondidas» lo siguen haciendo, más por un juego que por un motivo religioso.
Todo comenzó en la edad media, cuando la iglesia católica exigía durante estos días guardar luto total, lo que significaba que durante toda la semana santa (desde el domingo de ramos) estaba prohibido que las personas se bañaran. Por cierto, sabías que esta celebración inicia desde el llamado miércoles de cenizas.
Ya que el baño, en aquellos tiempos, era considerado un acto de purificación, y la semana santa significaba encontrarse en penitencia, por lo que la purificación no podía llegar antes de la resurección de Jesús. De hecho, también en estos días, anteriormente había ayuno (Hoy en día en algunos lados solo se conserva la tradición de no comer carnes rojas).
Además, el sábado santo, para el catolicismo, era un día que aprovechaban para bautizar a todas las personas y ante el número de personas no los llevaban a la pila bautismal, si no qué literal, la persona en cargada podía llevarlos a un río o en la misma iglesia solo aventar agua bendita para que todos recibieran el bautismo.
Estos hechos gradualmente se deformaron en el colectivo popular a que el sábado de gloria era un día de baño y las personas aprovecharon para empezar a mojar a otros para «incitarlos» a darse dicho baño. Y gradualmente, esto fue un juego que muchos esperaban con ansías.
Sin embargo, ahora si te descubren que desperdicias el agua podrás ser acreedor a una multa. De acuerdo con el Artículo 29, Fracción VIII de la Ley de Cultura Cívica de la Ciudad de México dicha multa podría ser de 4,150 pesos además de arresto de 13 a 24 horas o trabajo en favor de la comunidad de seis a 12 horas.