¿Crees en las energías? ¿El destino? ¿Las malas vibras? ¿La superstición?
De acuerdo a la RAE, una superstición es una creencia extraña a la fe religiosa y contraria a la razón.
En general significa creer en fuerzas sobrenaturales ya sea, la suerte, el destino o alguna religión, esto es por nuestra necesidad de resolver la incertidumbre en situaciones impredecibles.
En el occidente un cuarto de la población, el 25%, se considera supersticiosa, aunque es muy probable que sean más porque, seguramente alguna vez hemos pedido para que se realice a nuestro favor alguna situación o hemos evitado pasar por debajo de alguna escalera o incluso hemos estamos atentos después de que algún gato negro pasó frente a nosotros.
Si tomamos en cuenta todo eso podemos decir que somos supersticiosos hasta algún punto.
¿La neurociencia explica la superstición?
Como dijimos anteriormente, la superstición es una creencia extraña a la fe religiosa y contraria a la razón. Esto significa que atribuimos una explicación “mágica” a los hechos que ocurren a nuestro favor o en contra. También significa creer en fuerzas sobre naturales que deseamos que influyan en distintas situaciones que no están en nuestro poder.
Según la psicología, solemos vincular hechos concurrentes, aunque no haya relación de causa y efecto entre ellos sino de simple coincidencia. Por ejemplo, solemos atribuir que los amuletos son de buena suerte simplemente porque cuando lo llevábamos puesto en dos ocasiones diferentes estas cumplieron nuestras expectativas o salieron a nuestro favor. Entonces la coincidencia de dos acontecimientos son suficientes para relacionarlos con el amuleto. Y a partir de la coincidencia se crea la superstición.
Es por esto que vinculamos el número 13, romper un espejo, el tirar la sal, caminar debajo de una escalera, etc. a la mala suerte, así como vinculamos los tréboles de 4 hojas, las herraduras, las catarinas, las patas de conejo, etc. a la buena suerte.