Existen diferentes puntos que deben ser analizados a través de varios estudios para confirmar que puede existir vida en un planeta. Uno de estos puntos o condiciones es que el planeta se encuentre en la zona de habitabilidad de su estrella.
Esto se refiere a una distancia suficientemente necesaria, ni tan cerca ni tan lejos, para que en su superficie pueda existir agua líquida.
Además de la distancia, la zona de habitabilidad depende de la masa y la edad de la estrella, ya que con el tiempo cambia su tipo espectral y su luminosidad.
En una estrella de tipo M, las más numerosas en nuestra galaxia, de baja masa y luminosidad; la zona habitable se encuentra muy cerca de la estrella. Pero ese factor también puede influir en la existencia de vida, como la excentricidad de la órbita o la inclinación del eje de rotación.
Los criterios para designar esta franja espacial fueron estipulados hace dos décadas por James Kasting, investigador de la Penn State University y uno de los líderes mundiales en esta área. Pero recientemente científicos de la misma institución han situado esa zona habitable más lejos del astro. Esto implica que muchos planetas que hasta ahora se creían bien situados en realidad no lo están, y que otros que estaban fuera se encuentran dentro de ella. El cambio puede tener consecuencias a la hora de plantearse la búsqueda de vida fuera de la Tierra.
Un equipo de la Universidad de Aberdeen en Escocia (Reino Unido) también cree que esas fronteras tradicionales deberían ampliarse, ya que mundos rocosos y fríos que antes se consideraban inertes pueden ser capaces de soportar vida por debajo de su superficie.
¿Un planeta potencialmente habitable?
La estrella Kepler–160 podría contar con planetas que orbiten a su al rededor en condiciones similares a las que tiene el Sistema Solar.
Los científicos del Instituto Max Planck lograron encontrar un planeta con dimensiones parecidas a la de la Tierra. Se trata del objete celeste KOI-456.04. Tiene un periodo orbital que le permite dar una vuelta a la estrella Kepler-160 en 378 días. Estas condiciones podrían hacer que albergue vida.
Además de KOI-456.04, la estrella cuenta con dos planetas que la orbitan, llamados Kepler–160b y Kepler–160c. Sin embargo, por su cercanía enfrentan una temperatura que difícilmente podrían ser aptas para que se pueda originar la vida conocida.
“KOI-456.01 es relativamente grande comparado con muchos otros planetas considerados potencialmente habitables. Pero es la combinación de este tamaño…y su estrella anfitriona de tipo solar lo que lo hace tan especial y familiar.”- detalló el investigador principal, René Heller
Y es que si un planeta recibe suficiente calor de una estrella para que pueda existir agua líquida en su superficie, se considera que está en la zona habitable de la estrella, es decir allí podría existir vida si el planeta cuenta con una atmósfera adecuada.
Sin embargo, los expertos también señalaron que se necesitan más datos para declarar formalmente al KOI-456.04 como planeta.