Debes revisar tu auto previamente antes de salir a carretera. Además de las revisiones oficiales en el taller, no podemos olvidar: comprobar el nivel del aceite, el refrigerante o el líquido de frenos.
Es mejor prevenir que lamentar. Estas revisiones se deben de realizar constantemente, pues todo cambia cuando hace frío o calor.
De estás revisiones depende el hecho de que el motor de tu auto funcione bien o no y que no tengas que visitar el taller antes de tiempo y ya con consecuencias más graves y, por lo tanto, mas costosas.
Lo debes revisar en tu auto antes de salir a carretera
Aceite
El lubricante es uno de los fluidos del coche cuya revisión se tiene más interiorizada. Además de sustituirlo cuando indique el fabricante (entre 5,000 km – 30,000 km según el modelo), hay que revisar su nivel de frecuencia. Por lo menos una vez al mes y siempre antes de un viaje largo. Pero si el coche ya es muy viejo, revísalo cada dos semanas. Comprueba el nivel de aceite de la siguiente forma:
- Coloca el coche en un lugar plano y horizontal. Deja que el motor se enfríe, ya que en caliente el nivel siempre es más alto.
- Saca la varilla de medición y límpiala.
- Vuelve a meter la varilla hasta el fondo y extráela. En el extremo de la varilla hay dos muescas que indican el nivel mínimo y máximo. Checa donde esta la marca del aceite.
Si el nivel es bajo, lo correcto es llevar el auto al taller y pedir un cambio de aceite. También puedes pasar el trance (aunque tarde o temprano deberás ir al taller) añadiendo algo de lubricante. Es importante conocer la graduación de aceite que utilizaron la última vez para añadir uno de ese mismo.
Por otro lado, si el nivel es alto necesitas ir directo al taller. Ahí retirarán el sobrante y comprobarán que ese exceso no ha producido ninguna avería por una presión excesiva.
Refrigerante
Este cumple con la función de circular por el circuito interno del motor y absorber parte del calor que genera la combustión, por lo que evita un sobrecalentamiento peligroso. El exceso de temperatura podría fundir los pistones e incluso desencadenar una peligrosa explosión interna. Debe tener una temperatura de ebullición muy alta y una temperatura de congelación baja, además de propiedades anticorrosivas y antiicrustantes. Revísalo cada 20,000 km ó 30,000 km y sustituyelo (antes de que pierda propiedades) cada 40,000 km o cada dos años de la siguiente manera:
- Coloca el coche en un lugar plano y horizontal con el motor parado y frío (de lo contrario, el líquido podría estar muy aliente y expulsar vapor)
- Localiza la botella que es grande, cuadrada por lo general y traslúcida. Dos marcas indican los niveles mínimo y máximo.
Si el nivel es bajo solo tienes que coger un embudo y rellenar, pero debes usar el que recomiende el fabricante y mezclar dos distinto. Si no encuentras el que necesitas solo rellena con agua destilada. Si el nivel es muy bajo y es invierno, tal vez convenga una sustitución completa en el taller.
Si el nivel es alto lleva el auto directamente al taller, porque vaciar el depósito implica buscar el tapón de vaciado, situado en la parte baja del radiador. Esto no puede hacerse en la calle.
Líquido de frenos
Por seguridad procura revisarlo dos veces al año, ya que la humedad acelera su deterioro y el punto de ebullición se reduce también con el tiempo. Comprueba el nivel de la siguiente manera:
- Con el motor frío, localiza el depósito. Lleva un tapón negro con letras amarillas.
- Comprueba que el nivel esté entre los indicadores de máximo y mínimo.
Si el nivel es bajo o alto, no queda más remedio que acudir directamente al taller.
Líquido de dirección
Procura comprobarlo una vez al año si tu coche tiene dirección asistida hidráulica o electrohidráulica. Hazlo de la siguiente manera:
- Con el motor caliente, localiza el depósito y lleva un volante grabado en el tapón.
- El tapón suele llevar incorporada la varilla de medición. Límpiala.
- Vuelve a introducir la varilla y, al sacarla, comprueba que el nivel está entre el máximo y el mínimo.
Si el nivel es bajo puedes rellenarlo tú mismo, siempre con el líquido que recomiende el fabricante. Pero si el nivel es alto, acude al taller.