Empecemos por saber porque existe el agua salada o porque es así. Se estima que el 71% de la superficie terrestre esta formada por agua. Y durante millones de años, los ríos han ido depositando en los océanos diferentes sales minerales que proceden de la erosión de las rocas, por eso es que el agua es salada.
El científico Edmund Halley en 1715 fue el que expuso esta teoría por primera vez. Explico que el ácido carbónico que contiene el agua de lluvia tiene la capacidad de erosionar las rocas. Los iones resultantes de los elementos químicos quedan en los ríos y finalmente en los mares y océanos.
Con el tiempo, la acumulación de esos sedimentos ha provocado que las grandes masas de agua oceánicas alcancen un indice de concentración de sal o salinidad medio del 3.5%, es decir, 35g de sal por cada litro de agua.
Existen otros fenómenos que contribuyen a que el agua del mar sea salada. Como es el caso de los deshielos, la evaporación del agua, las erupciones volcánicas y las aberturas hidrotermales que hay en el lecho marino, donde el agua se mezcla con minerales a altas temperaturas y es devuelta con un mayor nivel de sal.
Pero, ¿Qué pasaría si el agua dejara de ser salada?
Si este fenómeno sucediera las consecuencias serían inmediatas: habría cambios radicales en el clima, ecosistemas totalmente distintos y serios problemas en la generación de oxígeno, por lo que la vida en el planeta se limitaría. Cambiaría el clima global al grado de sumir a Europa en una nueva era glacial. Al mismo tiempo subiría el nivel del mar y esto provocaría la extinción de numerosa fauna marina.
Pensar en toda esta catástrofe global también nos hace reflexionar acerca de la contaminación y el cuidado que tenemos que tener con nuestro planeta. Así que no esta demás recordarte que en la medida de lo posible no utilices productos plásticos como bolsas, popotes, vasos y todos los envases que podemos evitar usando unos propios y de uso constante.