La personalidad de cada uno de nosotros hace que nos destaquemos en diversas áreas de nuestra vida, que nos fortalecen día a día para desarrollar nuestras tareas.
No es lo mismo querer emprender un negocio a ser el director de una empresa solida, como lo dice Michael Gerber, El Mito del Emprendedor:
Sin el directivo no existiría negocio ni sociedad.
Sin el emprendedor no existiría innovación.
La tensión entre la visión del emprendedor y el pragmatismo del directivo es lo que genera la síntesis a partir de la que aparecen los grandes trabajos
El técnico es la espina dorsal de cualquier tradición cultural. Si él no hace las cosas nadie las hará… Todos tenemos algo de emprendedor, de directivo y de técnico. Y si estas partes estuviesen perfectamente equilibradas, estaríamos describiendo una persona absolutamente competente…
Desafortunadamente, nuestra experiencia demuestra que pocas personas que acometen empresas están dotadas de este tipo de equilibrio. Normalmente el típico propietario de un pequeño negocio tiene tan sólo un 10% de emprendedor, un 20% de directivo y un 70% de técnico”